Un área de Temperamento:
Sensibilidad a los Estímulos Sensoriales
Muy sensible, evita la entrada sensorial.
No muy sensible, busca información sensorial.
¿Qué quiere decir esto?
La sensibilidad de un niño a la información sensorial define cuánta información sensorial necesita para sentirse cómodo.
Algunos ejemplos de información sensorial son:
- Luz
- sonidos
- Textura de tela o comida.
- Sabores de diferentes alimentos.
- Movimiento, presión o temperatura.
A qué se parece esto?
Algunos niños son muy sensibles a los estímulos sensoriales y pueden reaccionar fuertemente ante pequeños cambios en estas sensaciones.
Otros niños no parecen notar ni importarles las diferencias en la información sensorial.
Otros no son muy sensibles a los estímulos sensoriales y buscan sensaciones intensas.
Los niños que son muy sensibles y no muy sensibles a los estímulos sensoriales pueden parecer irritables porque es probable que se sientan incómodos con más frecuencia que los niños a los que no les importan las diferencias en los estímulos sensoriales.
¿Cómo puedo ayudar?
Los cuidadores de niños con alta o baja sensibilidad a la información sensorial pueden necesitar ajustar el entorno prestando atención a la tela de la ropa de sus hijos, estando más alerta a la iluminación y el sonido, o invirtiendo en mantas con peso.
La redirección puede ayudar a los niños a concentrarse en otros estímulos sensoriales.
Las habilidades de regulación pueden ayudar a los niños a controlar el malestar y recuperarse.
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Consejo rapido
- Comprender cómo sensaciones como el ruido, la luz, el tacto, el olor y el movimiento afectan a su hijo le ayudará a decidir cómo manejar las decisiones sobre cómo mantener a su hijo feliz, tranquilo y y comprometido.